Aprovechando (como se suele decir) que el Pisuerga pasa por Valladolid, acudimos a la sede social de “Las Bienaventuranzas” (C/ Cipriano de la Huerga, Nº 10), con el fin de asistir a sus jornadas de la biblioteca cofrade y allí nos abrieron sus puertas a un lugar, pequeño, pero acogedor.
Además de su carácter de secretaria, pudimos comprobar que esta sede humilde, además de ser el lugar de reunión, y “almacén” de los enseres más delicados de la penitencial, es un buen lugar donde charlar viendo la cantidad de cuadros y detalles que poseen, llamativos son los de la banda de cornetas y tambores de las cigarreras, así como todos aquellos que han regalado a dicha cofradía, numerosos sectores de la sociedad leonesa y también, como es normal, del ámbito cofrade.
Llama la atención que preside dicha sede, una pequeña figura de San Claudio, patrón del barrio y la capilla que acoge a este colectivo, y muy próximo a él, además de un imponente cuadro del parador de San Marcos, un retrato del párroco fundador, el padre Carmelo.
Entre enseres a la venta, tanto de la cofradía como de la junta mayor de la semana santa, llama poderosamente la atención, la multitud de “merchandising” de dicha penitencial, algo llamativo por la variedad y que no podíamos pasar por alto.
Entre todo lo que vimos, nos llamo poderosamente la atención el busto de la Virgen de la Pasión, regalo de su escultor, para dejar patente que su obra, es por y para disfrute de los hermanos.
Desde aquí, nos tomamos la libertad para que descubran y visiten estas sedes, auténticos museos de lo histórico y detallista de las penitenciales, que sin lugar a dudas, comprobarán que no son casas de hermandad al uso, pero si, hogares humildes de la vida anual de las cofradías.